domingo, 28 de marzo de 2010

No es arrogancia... es desesperación

Cierta vez hace ya muchos años, creí en una leyenda, de verdad creí en eso y espere, de verdad anhele que lo mismo me ocurriera a mí… ahora, ya estoy muy grande como para seguir teniendo fe en aquellas cosas, ya estoy muy grande para disfrutar de la mentira, para resignarme con la Biblia, ya soy lo suficientemente adulta como para saber que el ratón de los dientes solo te deja cincuenta pesos y no precisamente debajo de tu cama, soy lo suficientemente adulta para darme cuenta de que el ratoncito no es chileno y eso duele.
Tal vez mañana, siga siendo Belén o una copia de Belén o la copia de la vecina de alguna Belén del mundo, para ser optimista diré que a alguien le importa saber donde fueron hechos los zapatos...diré que a alguien mas le interesa terminar de leer los créditos de su película.

No soy boticario amigo... solo soy gente. No tengo la respuesta, ni la solución para ser mas alto... no se lo que sigue de mi nombre, ni lo que sigue de mis pies... me estoy quedando ciega, amiga no es arrogancia, simplemente no se la respuesta.

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